Estamos asistiendo a tanta cantidad de información por segundo que esto puede llevarnos a la locura, si no utilizamos herramientas para gestionar la infoxicación.
Qué es la Infoxicación
El término “Infoxicación” lo acuñó al empresario y creativo catalán Alfons Cornellá, y él mismo lo describe como “no poder profundizar en nada, y saltar de una cosa a la otra…”, resultado de un mundo en donde se prima el “todo” frente a “lo más importante”; o lo que es lo mismo, queremos verlo y oírlo todo, y no sólo lo más importante.
Además, vivimos en una época de inmediatez, o inconsciencia según el punto de vista; todo es nuevo, todo es para ya, todo es ahora, y todo es mucho, muchísimo.
De hecho, ¿no te ha pasado tener otras prioridades, pero quedarte embobado/a absorbiendo titulares?
Te contamos en breve 2 herramientas para gestionar la infoxicación.
Working interruptus
Llega un nuevo email, un nuevo Whatsapp, una alerta de una suscripción de Youtube, una noticia sobre el COVID o la desescalada… Nueva temporada de tu serie favorita, nuevo webinar, nuevo Tweet, nuevo, nuevo, nuevo, … ahhhh!!!
En general, cualquier notificación de llegada de algo nuevo es adictiva. Por ejemplo, si nos llega un nuevo WhatsApp, cuesta no mirarlo; las primeras veces porque nos hacía gracia, luego lo fuimos convirtiendo en hábito y ahora cuando nos llega la notificación, necesitamos mirarla. Así funciona nuestro cerebro, dale algo que cause una sensación de placer momentánea de forma continuada, y luego será él quién te exija que sigas dándole más y más. Si a esto sumamos nuestro interés por las novedades relativas al COVID en estos días, pasamos a estar aún más pendientes de la información disponible.
Y esto, las aplicaciones y plataformas digitales lo saben: quieren que sigas consumiendo su información una y otra vez. Desde aquí, te animamos a que no caigas en su trampa.
La infoxicación agota
¿A quién no le ha sobrepasado la cantidad de información que ha ido llegando desde que empezó el confinamiento? Pasa un día tras otro y parece inevitable echar un ojo (que acaban siendo 2) a la TV y a las redes sociales, pasando horas y horas en cosas que, en el mejor de los casos, te aportan cierto entretenimiento: vídeos, frases, memes, artículos y un sinfín de posibilidades, con las pocas probabilidades de encontrar aquello que ni siquiera buscas.
Y mientras tanto, tu día sigue ahí, esperando a que te pongas con él. Y es que no podemos hacerlo “todo”, pero “todo” no nos parece suficiente y buscamos más, o simplemente no discernimos entre lo que verdad nos importa y lo que no.
Entonces, ¿cómo gestionar las infoxicación?
Cómo discernir lo esencial – 2 herramientas para gestionar la Infoxicación
Es tan importante discernir lo que realmente es importante de lo que no, que casi se podría incluir como una asignatura en los colegios.
Ahora que tienes más información que nunca, a un simple click, es cuando más necesitas pararte un momento y buscar la información dentro de ti: ¿A qué estás dedicando demasiado tiempo, comparado con el valor que te aporta para ser feliz?
Como nos gusta que te lleves claves que puedas aplicar desde ya (para eso estamos en la era de la inmediatez☺), aquí tienes 2 herramientas para gestionar la infoxicación en tu día a día:
- “El Destornillador”, para discernir lo que de verdad importa de lo que no.
Cada vez que te dispongas a consumir información, hazte 2 preguntas: ¿Para qué me va servir esta información? y ¿Qué sentido tiene para mí? Y verás que, de tanto darle vueltas a estas preguntas, quedarán bien fijas en tu cerebro y no tendrás ni que pensarlas.
- “El Desenchufe”, para evitar el working interruptus.
Desenchufa las notificaciones del móvil y del PC, y prueba a ser tú quien decida cuándo hacer qué. Puedes hacerlo progresivamente, o desenchufar todas de golpe de todas partes. Sólo tú sabes qué te funciona mejor a ti (¿eres de tirarte a la piscina de golpe, o peldaño a peldaño por la escalera?).
Quién deje pasar de largo la más bella historia de su ida no tendrá otra edad que la de sus pesares y no habrá suspiro en el mundo capaz de mecerle el alma
Yasmina Khadra
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