El teletrabajo ha llegado para quedarse, aunque irá evolucionando a medida que sepamos ponerlo a nuestro favor. Te adelantamos 4 hábitos para un Teletrabajo Saludable, que no sea únicamente productivo sino también satisfactorio.
Trabajar desde casa, año 2.936
En el año 2.936, los coches no van por las carreteras sino por el aire, y no llevan conductores, sólo mercancías. Tus pedidos llegan a tu casa en horas o minutos, y no en días. Apenas existen tiendas físicas, sólo espacios donde socializan humanos y robots. Los nuevos pisos vienen con oficina incorporada para el teletrabajo, con grandes pantallas donde nos podemos ver en tamaño real… ¿Puedes imaginarlo?
Nos adaptamos – a velocidad de tortuga – a los cambios que los propios seres humanos provocamos – a la velocidad del rayo. Si miramos hacia atrás, según la revista National Geographic “el hombre moderno se originó en lo que hoy pertenece al norte de Botsuana hace 200.000 años”, y el primer ordenador llamado Z1 nació en 1936. Pues bien, mil años después, el año 2.936, sólo supone el 0,5% de todo lo vivido anteriormente por los humanos.
En el año 2.020, estamos descubriendo el teletrabajo, y nos cuesta adaptarnos; pero pregunta a tu abuela (nacida en 1928, cuando se produjo la primera comunicación por teléfono entre España y Estados Unidos), si en su época se podría imaginar que todo el mundo iría con un teléfono por la calle; o a tu tatarabuela (nacida en 1854, cuando fue inventado el teléfono), si podría imaginarse hablando con algún familiar lejano si no era por carta.
Aprendiendo a gestionar el cambio
Las llamadas habilidades blandas serán piedra angular de la formación del futuro, puesto que los datos los manejarán los robots, y los tendremos accesibles con un abrir y cerrar de ojos. Lo que necesitaremos potenciar es el razonamiento lógico, la resolución de problemas o la empatía digital, que son ya algunas de las habilidades clave para trabajar y teletrabajar. De hecho, en unos años no nos preguntaremos si trabajamos o teletrabajamos, porque la distinción se habrá hecho irrelevante.
Nos conviene adaptarnos a las nuevas tecnologías cuanto antes, y aprender a usarlas, porque el teletrabajo (definido como trabajo en remoto) ha venido para quedarse.
4 Hábitos para un Teletrabajo Saludable – Teletrabaja de forma inteligente
Gestionar los cambios con hábitos nuevos o modernizados es más sencillo. Por eso, te dejamos aquí 4 hábitos que puedes ir incorporando desde ya a tu trabajo, para ir adaptándote con mayor rapidez al cambio que ya tenemos encima.
- Añade la opción de hacer deporte en casa como una alternativa válida a la del deporte al aire libre o en gimnasio. Si bien éstos dos últimos tienen muchas ventajas, no siempre nos es sencillo llevarlos a cabo. A veces, unas pesas, una esterilla, o un simple metro cuadrado alejado de jarrones, pueden facilitar que te vayas a la cama habiendo hecho algo de ejercicio; son un gran facilitador del mismo.
- Haz cafés virtuales. Organiza pequeñas reuniones online con colegas de trabajo o amig@s, ¡con cámara! En este caso, también se convierten en una buena alternativa realista a esas maravillosas reuniones presenciales que no siempre son una opción. Eso sí, ojo con monopolizar la conversación 🙂
- Planifica tu día con flexibilidad. Estás en casa: organízate diferente – te puedes bloquear media hora a las 11 de la mañana para preparar la comida, y luego comer en menos tiempo, o compensar en algún otro momento que a ti te cunda más. Observa tu productividad a lo largo del día (tu cronotipo) y ajusta tu horario a ello en la medida de lo posible.
- Invierte el tiempo que antes usabas para ir a la oficina y volver a casa, en algo especial. Medita, escucha un podcast interesante, haz algún curso, planifica tu día…. lo que quieras, sin caer en la inercia de estirar tu jornada laboral más de la cuenta.
Te aconsejamos que le eches un vistazo a la guía que hicimos durante la cuarentena, con otros consejos que te resultarán muy útiles para teletrabajar: https://happyctivity.com/guia-para-trabajar-en-cuarentena
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”.
Charles Darwin
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