Si algo caracteriza a Biden es su capacidad de rehacerse tras las desgracias y seguir trabajando con perseverancia por los demás. ¿Cómo? Con una admirable práctica de Aceptación y Constancia con propósito.
¿Por qué Biden es también “Happyctivo”?
Imagina que tienes 29 años y que tu mujer y tu hija pequeña salen con el coche a comprar un árbol de Navidad, y ya no vuelven. En el mismo coche iban también tus otros 2 hijos, que resultan heridos con lesiones de gravedad que no pudieron contar tus 2 princesas, embestidas por un camión.
Esto es lo que le ocurrió al reciente elegido Presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
En lugar de hundirse indefinidamente, decidió cuidar de sus dos hijos y se fue en tren cada día al trabajo. 90 minutos de desplazamientos durante 36 años.
No cabe duda de que la constancia es una de las claves de cualquier persona de éxito. Biden nos enseña, con su vida, que la aceptación es otro ingrediente fundamental.
Constancia
Persistir hasta conseguir lo que te propones es uno de los bulos número 1 de la productividad. “Venga… esfuérzate, déjate la piel, el sudor, tus lágrimas… hasta que sangres”.
Por favor, que estamos en el siglo XXI, que se pueden hacer muchas cosas sin morir en el intento. El trabajo duro es sinónimo de estar anclado en el pasado.
Pasemos del trabajo con sacrificio al trabajo con ingenio, como ya contaba Barbara Berckhan en “El arte del Mínimo Esfuerzo”.
No estamos diciendo que no te debas esforzar ni perseverar, ni que dejes de luchar duro por sacar a flote tu negocio cuando se está hundiendo. No estamos diciendo que el esfuerzo no tenga recompensas. Las tiene, si tienen un “para qué”. Por tanto, constancia sí… pero con propósito.
¿Cuántas personas conoces que han estado hasta las mil en la oficina sin conseguir demasiado? ¿O grandes artistas o directiv@s con todo el dinero del mundo y con depresión?
Persiste y lucha por lo que quieres con constancia, pero sin olvidarte de tu propósito. Biden perseveró con un “para qué”.
Aceptación
Aceptar con amabilidad nuestros sentimientos, aceptar nuestros pensamientos, aceptar que todo lo que nos ocurre es lo que es; aceptar es la vía más saludable para poder actuar sobre nuestra realidad con constancia y resiliencia, y eventualmente, cambiarla.
Antes incluso que la constancia (de sobra conocida como una habilidad asociada al éxito), está la aceptación.
Y si no…
¿Cómo piensas que vas a lidiar constantemente con los problemas que te sucedan? La aceptación es el primer paso para poder avanzar (como en cualquier pérdida). ¿Qué pasa si estás creando tu negocio y viene una crisis como la provocada por el coronavirus? ¿Qué pasa si no aceptas la nueva realidad? ¿Sirve de algo seguir persistiendo en el plan que tenías, resistiéndote a las nuevas circunstancias? De poco sirve seguir un plan basado en una realidad obsoleta.
Te sugerimos entrenar tu aceptación haciendo -precisamente – ejercicios conscientes de aceptación. ¿Cuáles? Aquí te proponemos 3:
3 Ejercicios para practicar la Aceptación
1. Sé amable contigo mismo/a, como lo harías con un ser querido (recalcamos “querido”).
Cada vez que cometas un error, imagina que lo ha cometido un ser querido, ¿qué le dirías? Ahora dítelo a ti mismo/a.
2. Piensa en la relatividad del tiempo.
Estamos en este mundo entre 0-90 años, o con suerte un rato más. ¿Qué es eso comparado con 200.000 años de vida humana? Estás aquí de paso. Invierte el tiempo en disfrutar y sumar; puedes pedir ayuda o buscar alguna otra solución si tu paso por aquí se te hace complicado.
3. Meditación Mindfulness.
Meditar cada día 5 minutos te permitirá traer tu atención al momento presente a tu antojo. Con práctica, serás capaz de vivir una emoción de ira, y traer tu mente de vuelta sin seguir rumiando ese sentimiento desagradable durante más tiempo. ¿Te imaginas?
Si algo caracteriza a Biden es su capacidad de rehacerse tras las desgracias y seguir trabajando por los demás. ¿Cómo? Aceptando y perseverando con propósito.
Biden aceptó y mantiene su constancia (con propósito).
??¿QUÉ quieres hacer tú, para ser QUIEN quieres ser?
“Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido”
George Elliot. Escritora británica del siglo XIX cuyo verdadero nombre era Mary Ann Evan.
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